Durante años, el
principal objetivo de las investigaciones urbanas en España consistió en
estudiar las raíces del intenso proceso urbanizador asociado a la burbuja
inmobiliaria. Más tarde, se dirigieron hacia los graves efectos provocados por
la crisis de ese modelo de crecimiento. No obstante, desde 2013 se ha iniciado
un nuevo ciclo inmobiliario marcado por la recuperación de la inversión y la
compraventa de viviendas, la nueva escalada de los precios o la burbuja del
alquiler en las grandes ciudades, que genera nuevos conflictos. El libro
analiza la evolución de la actividad inmobiliaria en España durante el último
cuarto de siglo prestando especial atención a las estrategias de los actores
financieros, esenciales para comprender estos procesos. Sus principales
novedades son el estudio pormenorizado de este nuevo ciclo y sus fuertes
contrastes territoriales, así como de las estrategias de los nuevos operadores
financieros, que compiten con los tradicionales por repartirse el negocio
urbano, lo que acentúa el proceso de mercantilización de la ciudad.