
Este libro plantea la urgencia de generar estrategias de salud pública internacionales con fundamento en grandes problemáticas que comparten México y Guatemala: alta marginación social, deterioro en los sistemas productivos y agudización de riesgos socioambientales, que a su vez determinan inseguridad alimentaria, transmisión de enfermedades contagiadas por vectores e infecciosas y alta vulnerabilidad ante desastres.