La sostenibilidad
alcanzó un significativo interés en el sector turístico a partir de la Cumbre
de la Tierra (Río, 1992). Desde entonces se ha hecho necesario medir sus
variables, por lo que distintas instituciones vienen desarrollando sistemas de
indicadores turísticos, aunque, en su mayoría, no tienen en cuenta las
características o la idiosincrasia local. El generalizar los indicadores para
todos los territorios desatiende y equipara problemas de carácter ambiental,
social, político y económico, obviando la singularidad del destino.
Por otro lado, varios estudios recientes certifican empíricamente que factores
como las masificaciones y el calentamiento global, consecuencia de la falta de
sostenibilidad, facilitan la expansión de enfermedades infectocontagiosas. Así
pues, al gran desafío de cuantificar la sostenibilidad, se suma la crisis
sanitaria provocada por el SARS-CoV-2, causante del COVID-19, que ha cambiado
el paradigma del turismo y acentuado la necesidad de ofrecer destinos turísticos
sostenibles. La presente investigación busca determinar el nivel de
sostenibilidad turística mediante indicadores ajustados a la realidad del
territorio, con la creación de un sistema propio que cuente con la validación
de expertos de la región y procesos de gobernanza para el desarrollo de un
índice sintético de sostenibilidad. Para la validación empírica, el estudio
emplea el índice diseñado para el entorno litoral; sin embargo, la metodología
aquí presentada puede ser implementada en diferentes tipos de turismo: rural,
cultural, de naturaleza, deportivo, etc.
Se han utilizado más de 1.600 encuestas realizadas en regiones turísticas con
fuerte estacionalidad y dependencia económica. Finalmente, se definió el nivel
de sostenibilidad de cada uno de los municipios analizados, así como el nivel
de inquietud social con relación a la actividad turística, de manera que se
posibilitan interesantes propuestas para la gestión de cada destino.